comunicación inclusiva

Las ganas de aprender no desaparecen con la edad.

Existe una situación de desigualdad en la divulgación de conocimiento científico y acceso a la información.

Los formatos tradicionales de comunicación no son válidos para muchas personas en situación de dependencia y no consiguen captar la atención de las personas de edad muy avanzada. Como consecuencia de prejuicios ampliamente extendidos en la sociedad, el colectivo de personas más mayores y, principalmente, aquellas personas que viven en los centros geriátricos, padecen de edadismo intelectual.

Esto es consecuencia de una falta de transferencia de conocimiento a las personas muy mayores. Una situación que se acentúa cuando nos referimos a información científica, cultural y patrimonial. 

Con demasiada frecuencia damos por hecho que a nuestras abuelas, abuelos, padres y madres, que sufren problemas físicos o cognitivos y muchas en el último tramo de la vida, no tienen intereses ni ilusión por aprender.

 Esto no se corresponde con la realidad. Es una certeza que las personas que llegan a una edad avanzada tienen características físicas y cognitivas que van ligadas a enfermedades relacionadas con el envejecimiento que pueden ser motivo de limitaciones. Sin embargo, el colectivo de personas muy mayores está cada vez más culturizado, con mayor nivel de estudios y con más ganas de tener un rol activo en la sociedad.

La ciencia, la cultura y el patrimonio pueden disfrutarse a cualquier edad y en cualquier etapa vital. En la asociación Més que Ciència sabemos lo importante que es mantener la mente activa y la ilusión por aprender cosas nuevas durante toda la vida, por este motivo llevamos a cabo actividades de transferencia de conocimiento inclusivas y adaptadas para personas mayores.

Divulgación adaptada para mejorar la vida de las personas.

No deja de sorprender que, en plena época del conocimiento, este no llegue a todos los colectivos. Cuando pensamos en el bienestar de las personas mayores, no hay que olvidar que aprender cosas nuevas genera felicidad y que la felicidad genera bienestar emocional.

El hecho de aprender y conocer qué se investiga en la actualidad, qué nuevos descubrimientos hay en patrimonio, medicina, biología, astronomía, o en el mundo de la ciencia, en su sentido más amplio, mejora la percepción que tienen estas personas del mundo que les rodea, las incluye, lo hace más amable, menos extraño. 

Utilizando la divulgación de conocimiento como herramienta de transformación social, mejoramos la vida de las personas que participan de nuestras actividades. Llegamos allí donde no llegan los medios habituales de comunicación científica o cultural y acercamos a las personas residentes en centros geriátricos aquello que no pueden ver, aquello que de ninguna otra manera podrían conocer. 

Gracias a la utilización de realidad inmersiva y realidad virtual en nuestras actividades de divulgación, enseñamos y explicamos los nuevos descubrimientos que existen en el mundo de la ciencia. Colaboramos con investigadores, departamentos de comunicación, centros de investigación, museos y yacimientos de todo el mundo para hacer llegar conocimiento de primer nivel a colectivos vulnerables, prestando especial atención al colectivo de personas muy mayores. 

Nos valemos de la divulgación científica, en su sentido más amplio, como hilo conductor para transmitir conocimiento de una forma real y efectiva.

colaboraciones

Centros de Investigación

Ofrecemos la oportunidad, a centros de investigación nacionales e internacionales, de mostrar su centro y sus conocimientos a las personas muy mayores de su entorno y de otras comunidades. Somos una herramienta comunicativa que beneficia y llega a colectivos no habituales en la divulgación científica.


Museos

Existen muchos museos que no conocemos, algunos se han construido en los últimos veinte años. Hay personas muy mayores que no han podido visitarlos personalmente. Poder visitar virtualmente estos museos las conecta con la sociedad, con su entorno y con su infancia.

Patrimonio e historia

El mundo ha estado habitado por muchos pueblos en la antigüedad. Cada uno de estos pueblos nos ha regalado su cultura y un gran patrimonio; todos los países están plagados de maravillas arquitectónicas e históricas. Centenares de yacimientos arqueológicos y monumentos dan fe de ello. Acercamos patrimonio allí donde no llega.

Responsabilidad social

Més que Ciència (Más que Ciencia) es un proyecto social de comunicación científica a nivel nacional. La señora Encarna, abuela y madre de ochenta años, fué la inspiradora de este proyecto.

Como consecuencia de problemas de salud que la han acompañado gran parte de su vida, esta abuela y madre no ha podido ver y conocer.

El fundador del proyecto e hijo de la señora Encarna, Daniel Amatller, decidió acercar a su madre todo el conocimiento que le era privado con motivo de los prejuicios sociales y la falta de recursos comunicativos adaptados a las características físicas y cognitívas de las personas mayores.

El proyecto, que empezó como acto de amor de un hijo para su madre, ha acabado siendo un regalo para muchas madres, padres, abuelas y abuelos de toda España que se benefician de él, actualmente está constituido como Asociación sin ánimo de lucro y lleva a cabo colaboraciones con centros de investigación y museos de todo el mundo para poder realizar talleres y actividades que transfieren conocimeiento a colectivos vulnerables de forma cercana y amable.

LAS GANAS DE APRENDER NO DESAPARECEN CON LA EDAD.


 

Asociación Més que Ciència

08410 Vilanova del Vallès - Barcelona - España

(+34) 666 006 982

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